como ansiedad, depresión, trauma, trastorno de estrés postraumático, TDAH, TOC, autismo, etc.
como pérdida de memoria, confusión mental y dificultad para hablar o comprender.
como insomnio y pesadillas.
como Parkinson y Alzheimer
como alcoholismo y obesidad.
que quieran mejorar su concentración, manejo del estrés, toma de decisiones y máximo rendimiento.
que quieran mejorar su rendimiento académico.
que quiera mejorar su bienestar general y su calidad de vida.